Un padre estaba observando a su hijo pequeño que trataba de mover una maceta con flores muy pesada. El pequeños se esforzaba, sudaba, pero no conseguía desplazar la maceta ni un milímetro.
¿Has empleado todas tus fuerzas?, le preguntó el padre.
Si, respondió el niño.
No, replicó el padre, aún no me has pedido que te ayude.
Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero
1 comentarios:
Buena historia, es interesante la forma de explicar un refrán con tanta verdad en un relato corto y entendible.
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